Oktubre (Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota 1986)

Hace varios años traté de escuchar a "Los Redondos", como le dicen cariñosamente a "Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota", pero la verdad fue que esa música que movía a tanta gente, no me decía nada, no entendía de que hablaba. Muchas veces uno escucha algún tema en un idioma que no entiende del todo lo que está diciendo, lo que no quita que pueda gustarte, pero con "Los Redondos" traba de entenderlos con bastante insistencia... y no lo logré. La música era un rock totalmente escuchable, pero siempre tenia la limitación de preocuparme tanto de la letra que no podía disfrutar del resto. Finalmente alguien me dijo: "No trates de entenderlo, es algo que te llega o no te llega", casi como si la música pasara más que por la cabeza, por el corazón, como si no fuera algo totalmente racional. Al poco tiempo me di cuenta de que eso hacía yo con otras bandas que ya me gustaban, el por qué me perdí a "Los Redondos" todo ese tiempo, no lo sé. Los últimos discos de la banda fueron muy criticados y tal vez no tengan tanta aceptación como los cinco primeros, en donde todos tienen temas de ésos "que nos sabemos todos", que seguro escuchamos en la radio o algun boliche cuando pasan rock nacional. En "Oktubre" podemos encontrar varios de ésos como "Jijiji", "Preso En Mi Ciudad" o "Musica Para Pastillas". Si quieren saber por qué escribo sobre este disco en lugar de "Bang Bang Estás Liquidado", "La Mosca y La Sopa", "Gulp" o "Un Baión para el Ojo Idiota", entonces tendrán que escucharlos, pero no traten de entender el por qué, ya lo intenté y no es la manera de disfrutarlo.